RUTA SEDA 2013. China: Mercados, bazares y manjares









Con esta crónica termino las correspondientes a China del viaje de septiembre pasado. Quedan una crónica de Kirguistán y 2-3 de Tayikistán. Voy más lento de lo previsto, pero ya queda menos de dar la paliza a quienes os acercáis por este blog.
Esta crónica sintetiza muchas horas, en muchas ciudades, especialmente por el interior de China, de relax, después de patear monumentos de todo tipo, disfrutando de la calle, del exotismo de los escenarios urbanos, de deambular por los bazares sin rumbo fijo apreciando las mercancías expuestas, de degustar en mercados de toda condición y salubridad (especialmente nocturnos para las cenas) manjares que en algunos casos había que aplicar la regla de: "¿me gusta? no pregunto".
Todo ello observando la interesante fauna humana que se cruzaba. Oyendo, sin entender, sus conversaciones, mirando como cocinaban en la misma calle, comiendo con ellos en mesas comunales y arrancando más de una sonrisa (que ya tiene mérito) a estas inexpresivas personas, refiriéndome, casi en exclusiva al chino han, pues las otras etnias destacan por su amabilidad y simpatía.
La cocina china en restaurantes españoles tiene partidarios y detractores, posiblemente al 50%. He de decir que muchos detractores y la gran mayoría de partidarios se volverían entusiastas si probaran la cocina tradicional china "in situ".
Nada que ver con lo que comemos en "los chinos" de aquí, incluidos los buenos, que los hay.
Es una cocina mucho más rica en productos y sabores. Con muchas verduras, algunas raras pero muy buenas. No todo es arroz comido con palillos. En realidad abundan más los tallarines (algo parecido) caldosos que también se comen con palillos. De ahí los ruidosos sorbitones que provoca su ingesta, alimentando la leyenda de lo "guarretes" que son los chinos.
La verdad es que el grupo, gracias a los sitios que nos llevaba nuestro guía, Borja, comimos en general muy bien, salvo  alguna excepción, provocada por los hábitos alimentarios de la persona o el exceso de picantes que no todos aprecian.
Termino diciendo que lo negativo del picante es compensado de sobra por lo sabroso de la comida y, además, muy importante para los cerveceros, unas botellas de 500-600 ml, de una cerveza muy aceptable, idónea, dado el formato, para el merecido aperitivo-descanso y el riego de la garganta durante las comidas.
Ruta para el reportaje fotográfico.

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